martes, 27 de mayo de 2014

El poder de los clásicos

No descubro nada nuevo si digo que el mundo de las miniaturas de fantasía estremendamente cambiante... Cada poco tiempo nos encontramos con nuevas marcas, nuevos materiales, nuevos diseños de las marcas de siempre, nuevos materiales... Es la ley de la vida: renovarse o morir.

Esta especie de selección natural en el mundo de la fantasía ha creado nuevas estéticas y pocos podríamos identificar los aires modernos con las minis de los 80`o los 90`; figuras estilizadas en poses dinámicas, con gran expresividad y profusos detalles. Sin embargo, como en la vida real, encontramos fósiles que nos hacen sentir nostalgia de tiempos pasados, donde, con más pelo en la cabeza y menos diámetro en la cintura, comprábamos gustosos miniaturas abigarradas, rechonchas y estáticas por un puñado de pesetas en claustrofóbicas tiendas sin ventanas.

Hace algunas semanas he conseguido hacerme con uno de estos vestigios de la historia de los wargames. En concreto un estupendo matador enano de esos de mediados de los 90 y por fin he tenido tiempo para pintarlo con todo el cariño del mundo y por unas horas me he dejado mecer por la nostalgia. El resultado ha sido este:



Que queréis que os diga... las miniaturas de hoy en día son fantásticas, pero la retaca sencillez de las terceras o cuartas ediciones tienen un nosequé que, personalmente, me encanta.

No os olvidéis de comentar!! :P

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